Etiqueta básica en el uso de correo electrónico, a prueba de Trolls

Desde los comienzos del uso del correo electrónico estas malas costumbres nos vienen acompañando y atormentando ya prácticamente como parte de la rutina. Repasemos las buenas prácticas de uso de una manera que todos puedan entenderlo bien.

  1. A menos que funcione mal tu aplicación de email, no puede ser que casi todos tus mails tengan la marca de «ALTA PRIORIDAD»!
  2. La firma debajo de la firma, que ocupa 18 renglones y en la que vendés tus servicios, destacás links, fotos de tu gatito, frases célebres, y/o que incluso nos dice las acciones legales que tomará tu empresa si revelamos los contenidos de ese importantísimo, confidencial (y no-encriptado!) mensaje, sólo hacen que no quiera recibir más de tus mails. Pero don’t worry: uno se acostumbra a ignorar todo ese texto, así que no se gasten, YA NADIE LO LEE!
  3. Las gacetillas de prensa no solicitadas (a pesar de haber tocado el link de “Unsubscribe” para las anteriores siete!) no obtienen resultados por cansancio, sólo hacen QUE LA GENTE NO LES QUIERA COMPRAR!
  4. Los fonditos gráficos, animados y/o colorinches, las tipografías artísticas, las tablas y los otros 350 KB de HTML asociado con cada-mail-que-me-mandas, TAMBIEN HACE QUE ME HARTE DE LEERLOS!
  5. Los otros 298 extraños a los que enviaste el mensaje y de los que también veo la dirección de email porque los copiaste en la línea «Para:» en lugar de usar el «CCO:» para avisar que estás regalando cachorros de Dálmata, SIRVE SOLAMENTE PARA QUE UNO DE ESOS 298 EMPIECE A MANDARNOS SPAM A TODOS. Porque creeme, de cada 100 personas hay un comerciante al que le sirve promocionar «algo» a cientos de personas… y la cadena empieza otra vez…

Estimados, por favor, evolucionen y divulguen este mensaje.

No importa si usás Outlook, Mac, Yahoo u Outlook.com, no hay excusas para no comportase bien en las transmisiones electrónicas.

Y saben qué es lo gracioso? Que este tipo de consejos se vienen republicando desde que el email es email, y aún así a mucha gente parece que no le importa molestar. Es la historia del mundo…