Un grupo de hackers adolescentes tiró abajo las redes de Playstation y Xbox en Navidad

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Esta Navidad ningún propietario de consolas Playstation o Xbox pudo disfrutar de sus nuevos juegos. Y todo por un grupo de hackers adolescentes.

Las redes Xbox Live y PlayStation Network fueron totalmente inaccesibles durante todo el día de Navidad debido a un ataque de denegación de servicio autoadjudicado por el grupo Lizard Squad, quienes desde su Twitter enviaron mensajes «navideños» riéndose de la situación y llegaron incluso a pedir favoritos y retweets para que la red PSN volviera a funcionar.

KIM DOTCOM SALVÓ LA NAVIDAD

Kim Dotcom, el ex dueño de Megaupload y creador de la super nube Mega, publicó sus conversaciones via Twitter con Lizard Squad, donde acordaba la entrega de 3000 cuentas Pro1 de su servicio Mega a cambio de detener los ataques en ambos servicios. Recordemos que siendo cuentas de 500 GB, el rescate equivale a 1 millón y medio de discos rígidos.

«Si dejan en paz a Xbox Live y PSN se convertirán en cuentas de por vida», escribe Kim Dotcom, «pero si vuelven los ataques esas cuentas serán canceladas. Y gracias por dejar a la gente jugar, incluyéndome».

Kim Lizard

El acuerdo parece un hecho, aunque probablemente el FBI le exija información a Kim sobre los datos que se almacenen en esas cuentas.

Al mismo tiempo, otro grupo de hackers llamado Finest Squad, expusieron todos los datos personales y fotos de sus rivales en una página web, para poder llevarlos ante la justicia. Y estamos hablando de niños de 14-17 años que aún van a la escuela.

Estos pequeños hackers de Lizard Squad ya habían tomado notoriedad cuando en agosto se adjudicaron las caídas en los servidores de Blizzard y PlayStation Network. Y luego cuando atacaron los servidores de los juegos Call of Duty: Advanced Warfare, Destiny y Grand Theft Auto Online.

Mientras tanto, mucha gente que recibió una de estas consolas como regalo, pensaron que venían defectuosas, y la falta de información sólo sirvió para manchar la reputación de las dos más grandes empresas de consolas de juegos del mundo.

Como siempre, los que pierden son los consumidores.