Cómo ahorrar una fortuna con sólo cambiar la tipografía

suvir mirchandani

Suvir Mirchandani es un adolescente estadounidense de 14 años cuyo trabajo escolar sobre sustentabilidad llegó a los principales medios de difusión debido a la rigurosidad con que estudió algo tan trivial e imperceptible como lo es la forma en que imprimimos cualquier documento.

Ocurre que realizó un estudio donde asegura con rigurosidad científica, que el gobierno estadounidense podría ahorrar millones de dólares al año aplicando una medida sumamente simple: cambiar la tipografía utilizada en sus documentos por una más delgada, de modo que se ahorre mucha tinta de impresora.

Partiendo del hecho de que «la tinta es dos veces más cara que el perfume francés«, el joven determinó cuáles son los caracteres más utilizados del idioma inglés (aeot y r), y luego comparó el diseño de esas letras en las cuatro tipografías más comunes: Garamond, Times New Roman, Century Gothic y Comic Sans.

Para esto usó el software APFill Ink Coverage Calculator, una calculadora del gasto de tinta en impresoras, y concluyó que si su distrito escolar comenzaba a usar Garamond (la tipografía con el trazo más delgado) reduciría en un 24% su consumo de tinta, equivalente a unos 21.000 dólares al año.

 

El estudio tuvo un éxito tal, que llegó al Journal of Emerging Investigator, una revista científica de estudiantes de Harvard, donde le propusieron realizar este análisis aplicado a todo el burocrático gobierno estadounidense, que invierte cerca de 1800 millones de dólares anuales en la impresión de documentos, de los que unos 467 millones corresponden a tintas de impresora. La conclusión de Mirchandani fue que si el gobierno federal utilizara exclusivamente la fuente Garamond en sus documentos, podría reducir en un 30% los gastos en tinta, un ahorro de 136 millones de dólares al año. Y si se aplicara a los gobiernos de cada estado, se podrían ahorrar otros 234 millones de dólares al año.

Es obviamente un resultado interesante, que se puede aplicar y recomendar a gobiernos, empresas, diseñadores, medios, e incluso particulares de todo el mundo. No es que vayamos a hacernos fans de la Garamond, pero este artículo nos sirve para repensar cómo es posible optimizar cada pequeño detalle, muchas veces imperceptible, de nuestra vida diaria.

Actualización 17/05/2014:

El blog de noticias FastCoDesign se puso en campaña para verificar los dichos de este muchacho, y recurrieron a un experto en tipografías para explicar si realmente se lograría un ahorro en tinta al cambiar de tipografía. Tal como lo explica, la letra de un texto escrito con Garamond de 12 puntos es un 15% más pequeña que la de otro de 12 puntos utilizando cualquier tipografía. Es decir, sería como si utilizáramos la misma Times New Roman de 10 puntos. Con ese simple cambio conseguiríamos un ahorro de tinta estimado al que propone este chico, pero arriesgándose a perder legibilidad en los textos.

Además, y tal y como explican en FastCoDesign, Mirchandani no menciona otros aspectos importantes: La Administración de EEUU recurre a terceras empresas para la mayoría de sus trabajos impresos (fotocopiadoras, etc.) que no cobra por tinta sino por página y, lógicamente, en sus impresiones internas suelen utilizar impresoras láser con tóner y no con cartuchos. La tinta, en este caso, resulta mucho más barata que utilizando una impresora convencional. En definitiva: que cambiar la tipografía seguramente no podría ahorrarle al estado los 400 millones que calcula, sino mucho menos.