Crean en Sudáfrica un dron armado para control antidisturbios

Los drones vienen pisando fuerte. Estas aeronaves no tripuladas, comandadas a control remoto, tienen una amplia variedad de usos. Y el humano siempre tuvo fascinación por las armas, así que era cuestión de tiempo: una empresa ha lanzado un modelo dotado de un sistema que permite disparar munición disuasoria desde el aire, para disolver manifestaciones violentas.

El Skunk Riot Control Copter, tal es el nombre del dron, fabricado por la compañía sudafricana Desert Wolf, está específicamente diseñado para controlar multitudes sin poner en peligro la seguridad del personal de seguridad. Estos dispositivos incorporan varias cámaras y cuatro pistolas diferentes a lo largo de su chasis con las que encargarse de la seguridad en grandes manifestaciones. Las armas podrían disparar varios tipos de munición con el fin de disuadir a los manifestantes: bolas de pintura, pelotas de plástico y cápsulas de pimienta, además de incorporar luces estroboscopicas para marear a los manifestantes y potentes altavoces con los que comunicarse con la multitud.

El dron no es nada pequeño y puede cargar hasta 45 kg de material. Y es capaz de disparar 20 balas de pintura por segundo u 80 de pimienta. Su capacidad total es de 4000 balas.

El dron costaría unos 46.000 dólares y sería controlado por dos personas distintas: una se encargaría de pilotear la aeronave mientras que la otra operaría las armas. Sabiendo que se presta a un uso indebido, la empresa que los fabrica informa que los operadores que manejen estos drones estarán controlados permanentemente durante su trabajo por cámaras de seguridad, con el fin de evitar abusos.

Van a probar las primeras unidades a finales de este mes en Sudáfrica, para tratar de poner fin a largas huelgas en instalaciones mineras y que siempre derivan en violencia.