Gatos que cambian de color si hay radiación y otros desafíos para los humanos del futuro

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El almacenamiento de residuos nucleares capaces de emitir radiación mortal durante decenas o cientos de miles de años aunque se entierren bajo tierra, es un problema latente no resuelto. A pesar de que técnicamente se planifica que su almacenamiento sea seguro «sólo» durante 10.000 años, esto es menos de una décima parte del tiempo que los residuos se mantendrán activos emitiendo dosis letales de radiación.

Y es que «almacenar algo de forma segura para siempre es uno de los más grandes problemas de diseño de hoy». De esto trata el artículo+podcast Ten Thousand Years, de 99% Invisible –vía Co.Design¿Cómo podemos alertar a las civilizaciones y culturas diferentes que surgirán en los próximos siglos y milenos de que hay residuos radiactivos letales enterrados por ahí?

Pensar en dentro de 10.000 años es bastante difícil. Hace 10.000 años la tecnología más extendida en el mundo era la agricultura. Pero culturalmente no tenemos casi nada en común con la gente que vivió entonces. ¿Quién sabe cómo será el mundo dentro de otros 10.000 años? (…) el lenguaje no sirve. [El poema anglosajón] Beowulf está escrito en inglés antiguo hace apenas 1.000 años y hoy resulta incomprensible sin traducirlo.

De hecho los símbolos también cambian de significado con el tiempo. El símbolo utilizado actualmente para indicar peligro tóxico o de muerte, la calavera cruzada con dos huesos, representaba antes que la muerte –antes incluso de ponerse de moda en las banderas piratas –o en el escudo de La Coruña— la transmigración. Así que no nos sirve de nada usar símbolos.

El problema tiene una magnitud tal que hay muchos especialistas trabajando por encontrar una solución, desde que en 1990 el gobierno de EEUU propusiese a un grupo de profesionales de diversas áreas «el desarrollo de un método de identificación que perdure 10.000 años», el mismo período de duración exigido a la Planta Piloto para el Aislamiento de Residuos en Nuevo México.

A lo largo de 10.000 años, la existencia de basureros radiactivos y su ubicación podría caer en el olvido o incluso se puede tranquilamente perder esa información, y por eso es tan importante encontrar la manera de comunicar el mensaje de que determinada zona es peligrosa… aunque lo ideal sería encontrar la forma de no heredarle el problema a las generaciones venideras…

Una de las soluciones propuestas más aceptadas — pero bastante wtf– es la que menciona el artículo de 99% Invisible,

Lo más perdurable en la humanidad es la cultura: la religión, las tradiciones y las creencias. Varían a lo largo del tiempo pero el mensaje esencial puede perdurar más de mil años. La propuesta es modificar genéticamente a los gatos para que cambien de color cuando hay radiación. Funcionarían como contadores Geiger vivientes. Entonces se podrían componer canciones y contar historias que formen parte del folclore, acerca de la conveniencia de salir corriendo si un gato cambia de color.

 

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