¿De qué están hechos los aparatos electrónicos?

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Greenpeace denuncia la lista de los tóxicos más comunes y sustancias no biodegradables aún encontrados en productos electrónicos de empresas que no están adoptando políticas verdes, y que son altamente tóxicos para sus consumidores. Reproducimos aquí dicha lista:

  • Algunos retardantes de llama bromados, utilizados en las placas de circuito y en los revestimientos de plástico, no se degradan con facilidad y son bioacumulativos. Una exposición prolongada puede provocar trastornos en la capacidad de aprender y memorizar. También pueden interferir en las funciones de la tiroides y actuar como disruptores hormonales. La exposición a estas sustancias en vientre materno se ha relacionado con alteraciones en el comportamiento. Cerca de 1.000 toneladas de un retardante de llama bromado, conocido como TBBPA, fueron utilizadas para fabricar 674 millones de teléfonos móviles en 2004. Esta sustancia química se ha relacionado con efectos neurotóxicos.
  • Los tubos catódicos de los monitores vendidos en 2002 en todo el mundo contenían cerca de 10.000 toneladas de plomo. La exposición de niños y niñas al plomo puede causar trastornos en el desarrollo intelectual y en los adultos puede causar trastornos en el sistema nervioso, sanguíneo y reproductor.
  • El cadmio, utilizado en las baterías recargables de los ordenadores, contactos e interruptores y en los tubos catódicos antiguos, se puede bioacumular en el medio ambiente y es muy tóxico. El cadmio afecta principalmente a los riñones y los huesos.
  • El mercurio, utilizado en los sistemas de iluminación de las pantallas planas, puede causar daños en el cerebro y en el sistema nervioso central, en particular cuando la exposición se verifica durante las primeras fases de desarrollo.
  • Compuestos del cromo hexavalente, utilizados en la producción de los bastidores metálicos, son muy tóxicos y provocan cáncer en los seres humanos.
  • El PVC es un plástico clorado utilizado en algunos aparatos electrónicos y como aislamiento de alambres y cables eléctricos. Cuando el PVC es producido o incinerado (o sencillamente quemado) son emitidas dioxinas y furanos. Estos compuestos químicos son muy persistentes en el medio ambiente y muchos de ellos son tóxicos incluso a bajas concentraciones. Las dioxinas se han caracterizado como uno de los tóxicos químicos «artificiales y más potentes» jamás estudiados.