Hace 25 años se lanzaba el Sega Mega Drive
Noviembre es un mes muy especial para los fans de los videojuegos porque es el mes de lanzamiento de la PlayStation 4 y de Xbox One, las dos consolas de última generación que representan EL salto tecnológico con respecto a consolas anteriores y, evidentemente, también llevan aparejado un cambio sustancial en cuanto a la oferta de contenidos accesibles desde ambos sistemas de entretenimiento; una evolución impresionante si miramos los productos del pasado.
Hoy, Microsoft y Sony son los dos principales actores del rubro de videojuegos, un mercado que por muchos años le perteneció a Sega, junto a Nintendo. Hace unos meses la mítica NES de Nintendo cumplía 30 años, y un 29 de octubre de 1988, hace 25 años, Sega lanzaba en Japón una de las consolas más importantes de los años 90: la Sega Mega Drive.
Historia de la Sega Mega Drive
La Sega Mega Drive era una consola de 16 bits que a pesar de eso formaba parte de la cuarta generación de consolas; representando un punto de transición de las consolas de 8 bits hacia las de 16 bits. Sega creó la Mega Drive como sucesora de Master System, un modelo de 8 bits que había funcionado muy bien tanto en Europa como Latinoamérica (y que incluso convivió con Mega Drive varios años como «consola de gama baja») pero que, sin embargo, no había podido competir en Japón y Estados Unidos frente al empuje de Nintendo. A finales de los años 80, Nintendo atesoraba más del 90% del mercado de Estados Unidos y Japón y, por tanto, tenía un monopolio complicado de vencer.
Con este contexto, Sega decidió por dar el salto hacia los 16 bits antes que Nintendo. Sega había tenido buenas experiencias con las máquinas arcade Sega System 16 y viendo el éxito que estaban teniendo computadoras como la Atari ST, tenían claro que era la senda que debían seguir. La apuesta no era algo casual, en cierta forma también respondía a un ejercicio de eficiencia en la producción y el desarrollo de sistemas; desarrollar una consola de 16 bits basada en los sistemas arcade de 16 bits establecía una nueva gran meta en la que podrían traer los juegos arcade a la nueva consola.
Al principio, la consola se llamaría MK-1601, pero no era un nombre muy pegadizo, aunque fue el nombre del primer modelo de la consola (y hubo muchos más modelos hasta que fue descatalogada en 1998); el nombre comercial fue el de Sega Mega Drive, «Mega» porque representaba «superioridad» y «Drive» porque era equivalente a «unidad lectora», un par de piezas que venían a representar algo como «Super Unidad de Sega» y dibujaban un dispositivo tecnológicamente avanzado.
Pero también tuvo varios nombres debido a problemas con otras marcas registradas: en Estados Unidos y Canadá se llamó Sega Genesis y en Corea, Samsung (que era el fabricante con licencia para el país) debió llamarla «Super GamBoy».
Sega logró así adelantarse casi 2 años a Nintendo en la evolución a los 16 bits; la consola se lanzó en Japón el 29 de octubre de 1988. A Estados Unidos y Canadá llegó en agosto de 1989 y en Europa se lanzó el 30 de noviembre de 1990. Gracias a esta ventaja temporal y un muy buen catálogo de juegos (como Altered Beast –que procedía del mundo arcade-, el buque insignia Sonic the Hedgehog que se lanzó en 1991 y una muy buena selección de juegos deportivos), Sega Mega Drive se hizo rápidamente dueña del del mercado y, por ejemplo, en el mercado estadounidense fue la consola más vendida entre 1991 y 1994.
Características técnicas de Sega Mega Drive
La consola Sega Mega Drive venía con un hardware muy potente; usaba el mítico procesador Motorola 68000 (que también lo usó el Apple Lisa, el Atari ST y que, incluso, hoy en día está presente en el caza de combate europeo Eurofighter). Este procesador de 16 bits corría a 7,61 MHz (en la versión PAL) o a 7,67 MHz (en la versión NTSC de la consola).
Y ese era el procesador principal, porque la consola también poseía un procesador Zilog Z80 de 8 bits a 3,55 MHz en la versión PAL o a 3,58 MHz en la versión NTSC, que cunplía una doble misión. Por un lado, era el procesador que generaba el sonido de los juegos pero, además, cunplía la función de ser el «segundo CPU principal» en previsión del desarrollo de un adaptador de cartuchos para poder reutilizar los de Master System en una consola Mega Drive (por eso necesitaban integrar ese procesador de 8 bits).
Hoy en día los smartphones más comunes vienen con 2 GB de memoria RAM, pero en ese entonces la consola Sega Mega Drive manejaba una memoria RAM de 64 KB, una memoria de video de 64 KB y una memoria de sonido de 8 KB; ofrecía una resolución de 320×224 con una paleta de 512 colores de los que, solamente, se podían usar 64 míseros colores de manera simultánea, debido a las limitaciones del hardware de su época.
Además de las conexiones de salida de vídeo y audio y, por supuesto, los conectores para los gamepads, la consola Sega Mega Drive incluía un conector bastante especial que, la verdad, sorprende por la visión que tuvieron los ingenieros de Sega durante la concepción de este dispositivo. Sega Mega Drive disponía de un bus de expansión para conectar periféricos; algo que se usaría unos años después con la llegada del Mega CD.
Periféricos y ampliaciones
El Mega-CD debe de ser uno de los periféricos más famosos de Mega Drive; un dispositivo que dotaba a la consola de una unidad de CD-ROM con juegos mucho más avanzados y con mayor calidad. Un gran salto tecnológico que, a pesar de la apuesta, no funcionó nada bien en el mercado. El Mega-CD se lanzó en Japón en 1991 pero, por ejemplo, a Europa no llegó hasta 1993; un retardo en el lanzamiento que no jugó a favor de un dispositivo que transformaba la consola en un centro multimedia, un concepto para el que el público de la época todavía no estaba listo pero que hoy, sin embargo, es casi la norma en las consolas de nueva generación.
Sega también lanzó una pistola, llamada Menacer, que simulaba ser una escopeta y que se distribuía con un cartucho que contenía varios juegos de tiro al blanco; pero nunca fue uno de los puntos fuertes de Mega Drive. También lanzaron un módem para jugar online (Mega Net Modem) o, incluso, un adaptador para conectar cuatro mandos simultáneos (el Multi Tap) y, de esta forma, ofrecer más opciones en los juegos deportivos.
Otra de las apuestas arriesgadas que terminaría en fracaso también llegó en forma de periférico: Sega 32x. En el año 1994, Sega quiso dar un nuevo salto tecnológico, pasar de los 16 a los 32 bits pero sin cambiar de consola; para lo cual lanzó un periférico que permitía ejecutar juegos en 3D y actualizar así la consola.
Tanto Sega 32x como Sega Mega-CD fueron dos buenas ideas pero no tuvieron mucha aceptación en el mercado porque eran periféricos muy caros y el pequeño catálogo de juegos no justificaba la inversión. Sega tampoco trató bien estas apuestas porque, en vez de apoyar su causa, se centró en la siguiente generación de consolas (la Sega Saturn); y ya que al final ambos productos se terminaron estrellando, la SuperNES de Nintendo con su incomparable catálogo de juegos, terminó desplazando a Sega en el ámbito de los 16 bits en USA. En Europa fue donde realmente le fue mejor a Sega.
Desde su lanzamiento en 1988 hasta su retirada del mercado en 1988, Sega vendió alrededor de 43 millones de consolas Mega Drive en todo el mundo y tal fue el impacto de esta consola que, incluso, se llegaron a fabricar dispositivos híbridos que combinaban un PC y una Mega Drive.